Las técnicas de concentración son de gran ayuda para aquellas personas que no consiguen centrar toda su atención en el estudio. Independientemente del nivel de estudios que se encuentre cursando, la concentración puede servir al estudiante para aprovechar al máximo el tiempo de estudio, por lo que facilita la comprensión de conceptos y, por lo tanto, sacar un mayor rendimiento al estudio.
Formas de perder la concentración
Antes de aprender a cómo podemos mejorar nuestra concentración y desarrollar diferentes técnicas para poder concentrarnos con una mayor facilidad, vamos a explicar algunos de los causantes de la pérdida de concentración. Conocer estos factores y poner remedio a los mismos, nos ayudará a concentrarnos con una mayor facilidad y, por lo tanto, ser más eficientes a la hora de llevar a cabo nuestro estudio.
Dentro de los factores más habituales a la hora de perder la concentración, se encuentran las típicas distracciones. Estas son de toda índole, desde el teléfono móvil, hasta una sobrecarga de objetos en el lugar de estudio que nos permitan distraernos con cualquier cosa. Para evitar todo esto, lo más recomendable es estudiar con lo mínimo necesario y así no caeremos presa de ninguna distracción.
Más allá de las distracciones, influyen otros factores como las preocupaciones que podamos tener, el cansancio o la desmotivación ante el estudio. Para acabar con todos estos, una de las soluciones más recurrentes es la de disponer de un horario, para así tener conciencia de que tenemos tiempo para todo y que tenemos que aprovechar al máximo el tiempo dedicado al estudio. Establecer rutinas y patrones de comportamiento a la hora de estudiar, acabará con todos estos factores negativos.
¿Por qué es importante estar concentrado a la hora de estudiar?
Cuando nos concentramos, estamos centrando toda nuestra atención de forma voluntaria en un objetivo en concreto, en este caso, el estudio. Centrar toda la atención en el estudio es más que necesario para poder asimilar todos los conceptos de la forma adecuada, así como poder recordar los mismos en el futuro cuando sea necesario. La mayoría de las técnicas de concentración son exportables a otras actividades de nuestro día a día.
La concentración es igual de importante ante cualquier tipo de tarea. No hace falta nada más que ver a un deportista profesional cuando se encuentra llevando a cabo una jugada en concreto, en donde la concentración de este suele ser un factor clave a la hora de resolverla con éxito o no. Por este motivo, al igual que en otro tipo de tareas, la concentración a la hora de estudiar es clave para asimilar con una mayor fuerza los conceptos derivados del estudio. Por ello, estas son las técnicas de concentración que te harán aprobar tus pruebas 😉
¿Cómo podemos aumentar nuestra concentración?
Existen varias pautas que podemos seguir para aumentar nuestra concentración de forma significativa y, por lo tanto, dedicar una mayor atención al estudio. Vamos a ver algunas de ellas.
Evita la fatiga
Uno de los principales problemas que existe a la hora de estudiar, es la falta de concentración por el cansancio. De esta forma, antes de ponerte a estudiar, debes de estar seguro de que te encuentras descansado, es decir, has dormido lo suficiente, no tienes hambre y no te encuentras cansado por ninguna actividad física.
Por increíble que parezca, 30 minutos concentrado, prestando atención a lo que estamos estudiando, es mucho más productivo que 3 horas delante de un libro en donde nos estamos distrayendo continuamente. Si nos encontramos en un buen estado de forma, nos será mucho más sencillo concentrarnos y, por lo tanto, será más complicado caer en los malos hábitos.
Evita en la medida de lo posible el ruido
Pese a que ir a la biblioteca con los amigos pueda ser un buen incentivo para tratar de estudiar, las fuentes de ruido están directamente relacionadas con la capacidad para concentrarse. Es un hecho que en una biblioteca no suele haber ruido, pero basta para que una persona tosa, otra abra un estuche y otra haga ruido con la silla, para distraernos de forma rápida y dirijamos nuestra atención a la procedencia del ruido en cuestión. En casa, tranquilos y apoyados con unos tapones para los oídos si hiciese falta, será mucho más sencillo concentrarse.
No te distraigas
Este punto está directamente relacionado con el apartado de las distracciones visto anteriormente. Si no nos distraemos, será mucho más complicado el perder la concentración. Para ello, busca un ambiente propicio para estudiar, es decir, que no se encuentre sobrecargado y que, a ser posible, sea transitado por poca gente. Cuidar las distracciones es un aspecto clave para poder concentrarse con facilidad y seguir estándolo durante un buen rato.
Hay tiempo para el descanso
La relajación es un aspecto importante en la vida del estudiante, y una de las mejores técnicas de concentración, aunque no lo creas. Para ello, establece pequeños descansos cada 45 minutos de unos 10 minutos, para poder descansar, desconectar y aprovechar para ir al baño o tomar el aire.
Estos descansos son estupendos para retomar los periodos de estudio con más fuerza y, por lo tanto, que sea más sencillo el poder concentrarse en el estudio. No te agobies con los estudios, si te programas, hay tiempo para todo, por lo que no subestimes el poder de estos descansos.
Ponte metas y motivaciones
La motivación es un aspecto necesario en todo estudiante que se precie. Si ya de por sí, tiene que ser motivador el estudiar durante 45 minutos para disponer de 10 de descanso, establecer pequeños objetivos, como llegar a estudiar hasta algún tema en concreto o dedicar a algún día a la semana para repasar todo lo adquirido anteriormente, nos permitirá concentrarnos de una forma mucho más sencilla. ¿Conoces la técnica pomodoro?
La razón es bastante simple. Cuando tenemos claramente definidos los objetivos, es mucho más fácil centrarnos en la tarea que si estamos improvisando sobre la marcha. De esta forma, a través de un plan establecido, podremos dedicar más tiempo a lo que precisamente necesitamos, estudiar y una vez más, no caeremos presa de otra serie de distracciones como la programación de las tareas, aspectos que tendrían que llevarse a cabo fuera del tiempo de estudio.
En definitiva, concentrarse es sencillo si sabemos cómo hacerlo. Con estas técnicas, podrás concentrarte con una mayor facilidad y, por lo tanto, experimentar en primera persona la diferencia que existe a la hora de estudiar entre una persona que no se ha concentrado y la que sí. La respuesta, está al alcance de tu mano.
¿Quieres conocer más técnicas? Puedes visitar este post de Psicología y Mente.