Todos los que nos planteamos como objetivo aprobar una oposición a funcionario en la Administración del Estado sabemos que las tres claves del éxito para aprobarla son la preparación, el estudio y sobre todo la constancia, y que también nos debemos tomar la rutina de estudio para aprobarla como si fuera un trabajo, pero llegan los festivos como la Semana Santa, las vacaciones de verano, los puentes o la Navidad y entonces no sabemos que hacer, ya que tomarnos esos días de descanso podrían suponer tal vez que se vea afectada la aprobación de los exámenes o pruebas.
Pero la presión de estudiar lo máximo posible y de no desaprovechar el tiempo valioso del que disponemos nos puede llevar a caer en la trampa de la obsesión de estudiar sin parar. Es erróneo pensar que cuanto más estudiemos y menos descansemos, más avanzaremos, esta actitud nos llevará a la saturación y a producir problemas de ansiedad y estrés lo que al final repercutirá negativamente para que aprobemos la oposición.
El descanso en el estudio es una parte muy importante de la manera de preparar oposiciones, por ello, es muy importante no estudiar sin ton ni son y establecer períodos de descansos en el estudio, es decir, debe haber un equilibrio entre estudiar y descansar. Por ello debe quedar claro que el período de estudio de cualquier opositor se compone de dos partes: la primera, en la que el opositor se encuentra frente a sus apuntes estudiando y la segunda, en la que el opositor esta descansando.
Sin embargo, para conseguir ese equilibrio estudiar/descansar, se nos plantean muchas preguntas y dudas:
- ¿Cuánto debo estudiar?
- ¿Cada cuánto tiempo debo descansar?
- ¿Me tomo libre los fines de semana?
- ¿Estudio en Semana Santa?
- ¿Podré viajar o cogerme unas mini vacaciones en verano?
- ¿Me cojo libre los festivos en Navidad?
Pero responder estas interrogantes depende de las circunstancias personales de cada opositor, además todos los temas no requieren el mismo nivel de estudio y de concentración, tampoco es lo mismo que tengamos 2 ó 3 horas sueltas para estudiar un rato, que disponer de todo el día, por eso no existe una formula universal para todos los opositores, lo más efectivo es que cada uno encuentre su método personal para conseguir el punto de equilibrio entre estudiar y desconectar.
No obstante, para responder esas preguntas y planificar correctamente los períodos de estudio y descanso personalizado debe saber que existen 3 tipos de períodos de descanso, a continuación el detalle de cada uno de ellos:
Descanso diario
Lo primero que debemos identificar es de cuánto tiempo disponemos para estudiar diariamente, al definir este punto podrás responder a las interrogantes ¿cuánto debo estudiar? y ¿cada cuánto tiempo debo descansar?
Si dispones de unas pocas horas al día para invertir en estudiar, lo más recomendado es descansar lo mínimo posible. En este caso por ejemplo por cada hora de estudio se deben descansar 10 minutos. Si se disponen de más horas para estudiar entonces se debe descansar 15 minutos por cada hora de estudio.
De todas maneras se debe tener en cuenta es que estos períodos de descanso dependen también del nivel de dificultad y que tan denso sea algunos temas de la oposición a la que hayamos decidido presentarnos. Si el tema es denso el tiempo de descanso debe ser mayor, ya que nos cansaremos antes de estudiar y nuestra concentración será peor.
Descanso semanal
En este punto podrá averiguar si te toma o no libre los fines de semana, lo que sí esta claro es que todos los opositores deberían desconectar un día a la semana. El cuerpo y la mente necesitan períodos de descanso y desconexión al menos un día completo por semana, aunque lógicamente este depende de cada persona y cada caso en particular ya que para quienes están trabajando de lunes a viernes, sólo es los fines de semana cuando pueden aprovechar para estudiar, así que lo de tomarse un día libre, va a ser que no, pero pese a esta circunstancia lo recomendable seria en este caso darse al menos alguna mañana o tarde libre para descansar.
Si por el contrario se dispone de más tiempo, entonces lo recomendable es descansar un día, un día y medio o incluso hasta 2 días por semana e invertir ese tiempo de descanso para desconectar completamente y hacer actividades que realmente nos gusten, como hacer deporte, salir con los amigos, de compras, o simplemente ver un rato la televisión.
También es posible que que en algunas ocasiones ese tiempo libre lo ocupemos en hacer recados, cuidar de algún familiar enfermo o para ir al médico por lo cual el descanso siempre dependerá de nuestra circunstancia personal.
Descanso anual
En este caso lo primero que tenemos que conocer es cuándo será los exámenes o pruebas oficiales. Si por ejemplo son en septiembre y quiere coger las vacaciones de verano, olvídese de ellas, quizás ese no sea el mejor año para coger vacaciones, ya tendrá tiempo de disfrutar de unos buenos días libres cuando consiga la plaza y sea funcionario.
Si por el contrario, si aún le quedan varios meses para prepararse, planifíquese bien ya que podría tomarse algunos días o quizás una semana o dos para desconectar. En este caso dependiendo de la fecha del año en que se encuentres podría descansar e irse de viaje en Semana Santa, ir a las fiestas del pueblo, coger unas mini vacaciones en verano o aprovechar los festivos de Navidad para desconectar y compartir con familiares y amigos. Descansar varios días seguidos le ayudará a volver con las pilas recargadas y también a coger con más ganas y más fuerza el temario.
Lo que si debe tener en cuenta es que el período de descanso anual no sea excesivamente largo, según los expertos en psicología “si algo se estudia pero no se repasa, será fácilmente olvidado, cuantas más repeticiones mejor”, por este motivo pasar un mes o dos sin tocar los libros le hará no sólo correr el riesgo de olvidar lo que ya ha estudiado, sino también le hará perder el ritmo y luego volver a ponerse a estudiar puede llegar a ser una tarea muy cuesta arriba.
La calidad de los períodos de descanso
Debe quedar absolutamente claro que para llegar al objetivo es imprescindible un equilibro entre estudiar y descansar, pero independientemente del tiempo que dediquemos al descanso, es necesario que este sea de calidad. La clave para conseguir un período de descanso reparador y efectivo que ayude a recargar las pilas es que, cuando descansemos nos alejemos por completo del estudio de la oposición, es decir, que nos “desconectemos” efectivamente de ella.
En este punto, unas recomendaciones para conseguir una “desconexión” mental efectiva son las siguientes:
- Salir con la familia o los amigos.
- Tomar un café (siempre y cuando usted no sea una persona nerviosa)
- Practicar algún deporte (caminar, correr, nadar)
- Ir al cine.
- Salir al campo, la playa o la montaña.
- Sacar a pasear a nuestra mascota.
- Ver la televisión o leer.
Conclusión
Ahora ya sabe cómo aprender a sobrevivir a las vacaciones y a cualquier festivo que se presente a lo largo del año y a no caer en la trampa de la obsesión de estudiar sin parar, pues esa actitud le llevará a la saturación y a producir problemas de ansiedad y estrés lo que al final repercutirá negativamente para aprobar la oposición a funcionario en la Administración del Estado. Y recuerde, el descanso en el estudio es condición sine qua non para conseguir con éxito aprobarla.
Omar Jareño