¿Cómo deben actuar los profesores ante el bullying?

El acoso escolar es un problema de actualidad que, por desgracia, cada vez parece que es más frecuente en los centros educativos en España, y para todo el entorno educativo surge un duda ¿cómo deben los profesores actuar ante el bullying? El acoso escolar, puede llegar a tener matices muy perjudiciales, ya no solo en la formación o el desarrollo de la persona que lo sufre, sino también en aquellas que lo practican. La figura del profesor es bastante importante en estos casos como vamos a ver y es por ello, que estos cuentan con una gran responsabilidad de cara al futuro. La vocación del profesor debe ser formar al alumno, tanto académicamente como en éticamente.
Las cifras en España son alarmantes, siendo prácticamente 1.000 estudiantes al año los que sufren este abuso escolar. Las edades que presentan los afectados, oscilan en su mayoría entre los 12 y los 14 años y aunque no es algo habitual, se puede llegar a alargar durante muchos más años. Teniendo en cuenta estos datos, acabar con el bullying es más que una necesidad. Vamos a ver como un profesor puede ayudar en este asunto.
Ser un ejemplo para seguir
En primer lugar, para que un profesor pueda tratar de la forma apropiada el tema del bullying con sus alumnos, debe de ser un ejemplo a seguir. La mejor forma de poder transmitir los mejores valores ante la vida es predicando con el ejemplo.
En el caso de un profesor, tiene que tratar de fomentar la empatía entre los alumnos, que estos sean capaces de ponerse en el puesto de los demás y aprender que no resulta fácil ser el nuevo de la clase o simplemente, ser diferente. Obrar bajo un buen comportamiento es mucho más productivo que simplemente decirlo y repetirlo de forma continuada.
Además de esto, el profesor debe de tratar de evitar los favoritismos y tratar de dar visibilidad a toda la clase.
Fomentar la comunicación
Muchos de los problemas del bullying, no se solucionan, debido a que no existe una comunicación eficiente entre el profesorado y sus alumnos. El problema de estos últimos radica en que, en algunas ocasiones, a estos les resulta más difícil el comunicar esta serie de problemas y, por lo tanto, termina por haber un caso de bullying encubierto.
Para evitar todo esto, hay que fomentar la comunicación dentro de la clase. Para ello, existen diversas técnicas como apoyarse en cuentos o películas, inclusive en modernas técnicas de rol playing con las que resulta mucho más sencillo ponerse en la piel de los demás.
Gracias a que la comunicación sea mucho más fluida, podremos detectar con una mayor facilidad el problema del bullying, tanto por parte del que lo practica, como de aquel que lo sufre. Teniendo en cuenta esta información obtenida, resulta mucho más sencillo el actuar después.
El profesorado, por lo tanto, tendrá la responsabilidad de planificar toda clase de actividades especiales que sirvan para condenar el acoso. Organizar debates en clase, tomar ejemplos negativos en base a programas de televisión de actualidad, cualquier ejemplo es bueno para poder discutir la implicación que tiene el acoso escolar en las aulas.
¿Cómo actuar ante una agresión?
Uno de los principales problemas que tiene el bullying, es que muchas veces se manifiesta en privado. De esta forma, resulta mucho más complicado de conocer y, por lo tanto, hay que recurrir a las técnicas explicadas anteriormente para tratar de interiorizar a los alumnos, conocer lo que piensan y, sobre todo, que den rienda suelta a sus problemas con la comunicación.
Sin embargo, otras veces, el bullying no se esconde y un maestro puede observar in situ una situación de abuso escolar, ya sea una pelea o una intimidación. Lo primero que se debe de hacer, es detener la situación inmediatamente. Esto es importante, debido a que los agresores tienen que saber desde el primer momento que este tipo de conducta no se encuentra permitida. Uno de los errores frecuentes que se comete en este tipo de situaciones, es tratar de mediar entre ambas partes del conflicto.
Esto es un error de bulto ya que, debido a esta mediación, solo se conseguirá que la víctima se sienta todavía más indefensa y que el agresor no tenga del todo constancia sobre lo que ha hecho. Por este motivo, es importante que el maestro imponga su autoridad y cese de inmediato la situación. Por otro lado, resulta mucho más interesante hablar con el agresor de forma personal en privado y tratar de conocer los motivos que le han hecho llegar a esa situación de abuso. De esta forma, será mucho más sencillo reconducir la situación con el tiempo, ya que cada caso puede ser diferente y, por lo tanto, puede resultar más complejo.
Por último, el maestro debe de notificar lo ocurrido y por supuesto, darle el seguimiento necesario para evitar que esto vuelva a ocurrir. Hablar con los padres es completamente necesario, ya que es bastante probable que ellos se encuentren ajenos a la situación y comportamiento de su hijo en el colegio. Teniendo en cuenta esto, se buscará que el proceso no se repita con el paso del tiempo.
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