Realizar una buena exposición oral en la Programación Didáctica

Una de las pruebas que más respeto dan en la oposiciones de Profesor es la de la exposición oral de la programación didáctica delante del Tribunal.
Los nervios, una mala dicción o simplemente la falta de confianza en nuestro discurso puede jugarnos una mala pasada y hacer que todo el duro trabajo y esfuerzo invertidos en meses y meses de estudio y preparación se vayan al traste.
Para evitar esta situación en la medida de lo posible, lo más recomendable es preparar a fondo la exposición con una serie de técnicas y ejercicios muy útiles y no dejar de practicar.
Aunque no te sientas totalmente preparado/-a, empieza a “cantar” los temas desde el primer momento, así cogerás confianza en ti mismo/-a y te acostumbrarás a ello.
Grábate en vídeo exponiendo uno de los temas
Es quizá el recurso más clásico, pero sigue funcionando a la perfección. Muchas veces no somos conscientes de nuestros errores hasta que no los vemos con un poco de perspectiva.
En este caso la perspectiva nos la da la visualización de las grabaciones que hagamos, en donde podremos captar los tics y muletillas sobre los que apoyamos el discurso para eliminarlos o al menos tratar de usarlos lo mínimo posible.
También sirve para darnos cuenta de dónde nos atascamos o si hacemos pausas demasiado largas, si hablamos demasiado rápido o si se nos entiende o no cuando exponemos oralmente.
Además, grabando las exposiciones en vídeo seremos capaces de ver cuánto tiempo empleamos en cada ocasión, y si nos quedamos cortos o, si por el contrario, somos excesivamente extensos.
Sin olvidar, por supuesto, lo que transmite nuestro lenguaje corporal, algo que dice mucho de cada uno de nosotros y que también hay que cuidarlo para mostrarnos seguros y convincentes ante lo que decimos.
Convence a un grupo de amigos o familiares para que hagan de Tribunal
Aunque escucharse a uno mismo está bien para empezar, siempre es mejor que el opositor practique el discurso delante de una audiencia real.
No está de más, pues, que pidamos el favor a personas de nuestro círculo cercano, y que sepamos en confianza que van a ser capaces de darnos su sincera opinión acerca de la dicción y entonación con que exponemos la unidad didáctica.
No importa si no entienden sobre el contenido en sí de la exposición, pero sí es elemental que sepan orientarnos y señalarnos los puntos flacos que encuentren a lo largo de la defensa de la unidad didáctica.
Está claro que escuchar a alguien hablar durante aproximadamente una hora de un tema que quizá no les interese lo más mínimo puede ser una verdadera tortura, pero si te estiman y quieren lo mejor para ti, seguro que acabarán cediendo.
Recuerda que siempre puedes compensarles con la invitación a un café o una cena si apruebas las Oposiciones.
Busca la colaboración de otros opositores como tú
Si tienes amigos o conocidos que se encuentran también preparando Oposiciones, aprovecha la circunstancia para hacer un intercambio de roles con ellos y escucharos mutuamente los temas que expongáis.
También es un modo de no sentirte tan solo/a en esta aventura, pudiendo compartir impresiones, trucos e incluso dudas o miedos. Así verás que no es para tanto, que no eres la única persona que pasa por lo mismo y que es un trámite pasajero.
Apoya tu discurso en una pizarra
Representar gráficamente lo que vas explicando al Tribunal hará que todo cobre sentido, que tus ideas se organicen y que los examinadores vean todo tu potencial como funcionario para el puesto al que te presentas.
Trata de esquematizarlo siguiendo tu propio estilo y adaptándolo a la materia de tu Oposición, conteniendo todos los puntos clave de forma organizada, con buena letra y una distribución equilibrada.
A la vez que practicas la exposición oral, estarás memorizando contenido y te será más fácil hilar un punto con otro.
Seguramente no tendrás una pizarra en casa. Puedes comprar una pizarra magnética, que ocupa poco espacio o aprovechar un aula vacía en tu universidad o academia y grabarte allí.
Aprender también a preparar los casos prácticos de las Oposiciones de Maestro
Ejercita la respiración y vo-ca-li-za
Si te acostumbras a respirar profundamente cuando notas que los nervios hacen acto de presencia o te quedas en blanco, estarás dándote tiempo para continuar, recomponer tu discurso y relajarte.
No permitas que te quedes sin aliento mientras haces tu exposición oral y trata de evitar que el Tribunal se dé cuenta de que te quedas sin fuelle.
Si hablas demasiado rápido, se te secará la boca, no le darás tiempo a tu cerebro para pensar y en el Tribunal no podrán asimilar toda la información que les das.
Practica delante del espejo las frases más complejas o las palabras que obligatoriamente tienes que pronunciar y que más te cuestan. Si hay alguna que se te atraganta, busca un sinónimo más sencillo y listo. Sigue estas técnicas de vocalización.
Y tu, ¿Cómo preparas tu exposición oral? Ayuda a otros opositores explicándolo en un comentario 👌
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