Con todas las tecnologías que tenemos a nuestro alcance es bastante fácil que nos veamos tentados a posponer nuestras obligaciones. Inventar necesidades previas a realizar nuestros deberes es la norma general a la hora de procrastinar. Así que, te traemos una serie de consejos para decir adiós a la procrastinación
Habrás oído hablar de este término miles de veces, pero puede que todavía no sepas exactamente a qué se refiere. Según el diccionario de la Real Academia Española, procrastinar es sinónimo de aplazar. Es decir, se trata del hábito de retrasar acciones o situaciones que debemos atender, realizando primero otras que resultan más livianas e irrelevantes. Pongamos un ejemplo:
Ana es ilustradora y trabaja por cuenta propia. Tiene que entregar unos presupuestos a sus clientes y realizar bocetos para un proyecto que debería entregar la semana que viene. La noche anterior se ha propuesto madrugar y realizar a tiempo todas estas tareas. Sin embargo, llegado el momento de ponerse manos a la obra, comienzan a suceder una serie de imprevistos con los que no había contado.
Sacar a su perro a pasear, preparar el almuerzo, comprar materiales… Una serie de subtareas vienen a la mente de nuestra protagonista, por lo que prioriza estas nuevas necesidades en su planificador y empieza a funcionar. ¡Vaya!, el paseo ha durado más de lo esperado –“hacía un tiempo maravilloso en la calle como para desperdiciarlo”, piensa Ana- y la tienda no abre hasta más tarde.
Vuelve a casa y ya sí que sí se sienta frente al papel en blanco para empezar a bocetar. Entonces, piensa que es mejor buscar algunas ideas en Internet que le inspiren para sus dibujos. Va de una página a otra, visitando también redes sociales sin rumbo fijo. Cuando se da cuenta, ha llegado la hora del almuerzo y recuerda que no ha preparado la comida. Además, mira que los clientes que esperan su presupuesto están preocupados, porque no han recibido nada. Llega el agobio y la frustración para Ana y, con ello, la paralización. Estas sensaciones abren un ciclo en el que todo se va atrasando hasta exprimir el tiempo disponible al máximo.
Si te sientes identificado/a con Ana, ¡que no cunda el pánico!, porque te traemos una serie de consejos para vencer a la procrastinación.
1. Gestiona tu tiempo
Roma no se hizo en un día y por ello mismo, debemos tratar de marcarnos objetivos concretos y en un plazo de tiempo factible. Tendemos a ver la cima, pero no todos los escalones de los que se compone. Nuestro consejo es que dividas tus tareas en otras más pequeñas.
Apóyate en agendas, hojas to do list o en los planificadores mensuales y semanales que regalamos cada mes a través de Instagram. También puedes Utilizar subrayadores y marcar aquello que has terminado. Observar visualmente tu avance te motivará a seguir completando tareas.
2. Anteponte a los obstáculos
Tenerlo todo bajo control es totalmente imposible, pero ya conoces el dicho de “más vale prevenir, que curar”. De esto trata nuestro segundo consejo y para ello proponemos una mejor organización y conocimiento del entorno que nos influye.
En el ejemplo expuesto arriba, Ana salió de casa para ir a comprar materiales, pero se encontró con las puertas cerradas del local. Una previsión del horario comercial o de la disponibilidad de otras tiendas en la zona, podrían haber ayudado a Ana a llevar a cabo su tarea y no haber perdido tiempo en vano.
En esta línea, te recomendamos que estés atento a todas las novedades que puedan surgir con respecto a tus oposiciones, con el fin de reaccionar a tiempo y que no afecte demasiado a tu hoja de ruta.
3. Analízate
¿Por qué procrastino?, ¿en qué horario eres más eficiente?, ¿qué alimentación te sienta mejor?… Este tipo de preguntas nos ayudan a establecer el punto de partida para dejar atrás la procrastinación y llevar un mayor control de nuestro tiempo.
Lo primero que debemos hacer es identificar el origen de nuestro comportamiento. Puede que siempre hayamos sido así o que exista un punto concreto de inicio. Sea como sea, algunas de las razones por las que procrastinamos son el miedo al fracaso o querer ser perfectos. Saber identificar por qué posponemos nuestras tareas nos ayudará a ponerle remedio.
Por último, es importante establecer horarios de trabajo y de descanso, así como llevar una dieta que favorezca a nuestro organismo. Si quieres conocer cuáles son aquellos alimentos que ayudan a nuestro cerebro a aumentar su nivel cognitivo, te lo desvelaremos en nuestra próxima entrada.
4. No pienses actúa
Otra de las situaciones típicas es organizar la organización. Es decir, pensar en todo lo que tienes qué hacer, pero sin llevar a cabo nada de ello. Suelen ser pensamientos al aire, aunque otras veces hay una primera intención: establecemos los pasos que necesitamos realizar, pero finalmente no echamos a andar.
Apoyarse en aplicaciones de organización o, si eres pro papel, en agendas y planificadores debe ir seguido de la acción. Sabemos que los inicios son duros, pero como ya sabemos esto de antemano, podemos acometer este problema. ¿Cómo? Superando la barrera de los 5 minutos.
Solamente necesitamos comprometernos con nuestra tarea 5 minutos. Pasado este tiempo, nuestro cerebro ha asumido que debe concentrarse en completarla y perderemos el miedo del comienzo.
5. Elimina distracciones
Conocer nuestras mayores distracciones y apartarlas de nuestra vista es otro punto a tener en cuenta. Si no lo vemos, evitamos más fácilmente el peligro. Puede ser el móvil, la televisión, una simple mosca o jugar con nuestra mascota todo el tiempo.
Como decíamos en el punto 3, hay que valorar los tiempos que le dedicamos a nuestro estudio y al ocio. Se trata de buscar un equilibrio entre nuestros deberes y momentos de descanso, ya que así seremos más productivos. Si eres de los que se concentran mejor por la noche, planea el resto del día a descansar y hacer otras tareas pendientes.
6. Estudia en un entorno agradable
El orden que nos rodea influye en nuestro orden interno. Por ello, hagamos uso de las famosas lecciones de Marie Kondo y mantén tu espacio de trabajo limpio y con una disposición de los elementos de tal manera que te favorezcan en el estudio.
Coloca en tu escritorio los elementos que necesitas en tu día a día: planificador, bolígrafos, subrayadores de colores, tus libros de oposiciones… No pares tu racha de estudio para buscar algo entre tus cajones, ya que volveríamos a tener que superar de nuevo la barrera de los 5 minutos, de la que hablábamos en el punto 4.
7. Descansa
Por si no te habías dado cuenta, creemos firmemente en esto como si de un mantra se tratara. Opositor/a, hay tiempo para todo, solo debes saber administrarlo correctamente. Recuerda que un adulto necesita dormir entre 7 y 8 horas al día, por lo que no intentes quitarte horas de sueño para compensar el tiempo destinado a tareas banales.
Además de dormir como un bebé todas las noches, debes establecer pequeños descansos en tu jornada de estudio. Atiende a técnicas de estudio como la llamada Pomodoro, que consiste en dividirte la jornada en bloques de trabajo, separados con breves periodos de descanso de 5 minutos. En esos Kit Kat puedes aprovechar para ir al aseo, tomar un café o estirar las piernas.
8. Premia tu esfuerzo
No seas exigente contigo mismo/a y reconoce los pequeños pasos que vas dando. Estos refuerzos positivos te motivarán a culminar las tareas consiguientes, cumplirás con tus metas en menor tiempo y, en definitiva, la sensación de que lo estás haciendo bien se multiplicará exponencialmente. Así que, cuando pienses que has terminado con una tarea importante, prepara tu comida favorita, asiste al cine para ver la película que tantas ganas tenías o date cualquier otro capricho que se te ocurra.
Llegados a este punto, ya conoces diferentes métodos para terminar con la procrastinación. Solo falta que, por tu parte, asumas un compromiso con la constancia. El cerebro aprende a base de repeticiones, por lo que si consigues implantar el orden en tu día a día, al cabo de un mes habrás interiorizado estos consejos y los resultados te sorprenderán.
No obstante, te recomendamos seguir leyendo acerca del tema y, si estos consejos no tienen el resultado que esperabas, acude a un profesional que te ayude a gestionar tu tiempo de manera más eficiente.
Acaba con la procrastinación con estos consejos y verás cómo tu rutina de estudio alcanza la cima de la efectividad.